Data en el siglo X y XII. En ella, los señores feudales se ocupan de fortificar las ciudades y los palacios ahora se convierten en castillos, es decir, residencias y plazas militares. La religión cristiana se implica más en la política y comienzan una evangelización masiva, en donde el arte y la arquitectura están llenas de simbolismo y poco realismo; esta se propaga por toda Europa en donde surgen variantes con gran presencia de monasterios, hospitales, abadías, entre otros.
A su vez, los edificios religiosos son libros de piedra caracterizados por grandes masas y proporciones pesadas. Se fundamenta el uso del arco redondo (medio punto) y de las bóvedas romanas, que por su peso necesitan en engrosamiento de los muros frente al uso de pilares y la adjunta de contrafuertes. Por ello, también se reducen las aperturas.