Peter Zumthor cuenta que su realidad arquitectónica trata si un edifico le conmueve o no. También cuenta que la magia de lo real es si como arquitecto te preguntas si puedes transmitir o no sentimientos a través de tus obras, pues es mi opinión es como ver una obra de arte en un museo, te detienes a observarla y pensar en qué te transmite la pintura, pero la única diferencia en cuanto a un edificio es que al lado de la obra hay un cartel que tiene el nombre del pintor, cómo se pintó y en ciertos casos qué atravesaba el pintor en ese momento de su vida para poder hacer esa obra. Cuando nos detenemos a observar un edificio, no sabemos todos estos aspectos de su arquitecto por lo que terminamos cayendo en nuestras propias conclusiones. Zumthor cuenta que el secreto de la arquitectura es reunir cosas y materiales del mundo para que al unirlos creen el espacio que habitamos, pues la arquitectura es todo lo que nos rodea así no nos demos cuenta.
Además, Zumthor evidencia que un mismo material tiene miles de posibilidades, pues lo podemos emplear de la manera que más nos convenga. Por otro lado, los edificios emiten sonidos al estar en «silencio», es decir, puedes entrar a un lugar en lo que no escuchas absolutamente nada excepto el silencio que hay en ellos. Evidencia, que es importante crear espacios donde se pueda simplemente estar, no necesariamente tiene que tener una función en específico o un significado muy rebuscado, si no estar en un sitio y sentirte parte de él. Todo debe producir una sensación de naturalidad. En una calle o plaza, los edificios comunican algo a ellas, ya sea que sean los edificios más bonitos, más únicos o más altos; siempre hay un edificio que resalta sobre el resto y se lleva la atención.
Se deben tener en cuenta las escalas, es decir esa distancia o cercanía entre la y lo construido. Al igual que hay que considerar el efecto de la luz sobre las cosas, pues esta puede transformar un edificio aburrido y vacío a algo muy bello. Por último, Zumthor expresa que hay que convertir un edificio en parte de su entorno y hacer que la gente recuerde tus obras en un futuro así no sepan quien eres ya que de cierta forma puedes marcar la vida de alguien por una situación en específico que vivió en el edificio. También explica que la arquitectura se ha hecho para nuestro uso.