Es también perteneciente a la Edad Media, particularmente al Alto Medievo. En ella, el control de territorios que se centra en reinos, condados, ducados, marquesados, y más, con sus territorios asociados. Los castillos se desarrollan en ésta época y se extiende por toda Europa.
- Lombardos (VI-VIII): eran poblaciones romanizadas y convertidas al cristianismo desde el siglo V. Casi no tenían tradición arquitectónica ni familiaridad con las construcciones en piedra por su carácter nómada. Adquieren un estilo uniforme y aprovechaban y reutilizaban elementos existentes de los romanos, haciendo que sean de mayor calidad. Tenían gran formación en orfebrería, por lo cual se cree que muchos elementos contaban con vidrieras y piedras coloreadas, como si fueran joyas.
- Visigodos (VII-VIII): se emplea un tipo de arquitectura eclesiástica que retoma el modelo de la basílica romana tradicional y delinea una tipología a planta central con formas másicas con influencias del área egea y Siria.
- Carolingios (IX): se reafirma el arte clásico con el objetivo de emular el imperio romano. La religión es fundamental en la construcción de monasterios en Europa, en donde amplifican la nueva cultura y participan en la administración del territorio. A su vez, se vuelven a construir edificios de grandes dimensiones como catedrales, palacios y monasterios. Un ejemplo de esto fue el edificio de Westwerk, que innovó debido a que era muy alto.
- Sajones/Otonianos (IX-X): ellos recogen el testigo carolingio cultural y estilísticamente para confirmar la existencia de un vínculo con los emperadores cristianos. Se dedicaron a la construcción de edificios religiosos como abadías y catedrales, inspiradas en las basílicas romanas y empleando también el westwerk y las dobles ábsides. Entre las innovaciones de ellos, podemos encontrar el uso de tribunas y la alternancia entre pilares y columnas. También, anticipan soluciones románicas.