Arquitectura sostenible
Unos pequeños ejemplos de cómo se puede ser más conscientes sobre el cuidado del medioambiente y aplicarlo a la arquitectura.
Esta viene dada por tres pilares de la sostenibilidad: social, económico y medioambiental. En ella están:
- Economía circular: se centra en el ciclo de recursos y es un modelo basado en la reutilización.
- Economía verde: mejora el bienestar humano y la equidad social, reduce los riesgos ambientales y es eficiente en el uso de los recursos.
Para actuar de manera sostenible, el impacto de ser humano sobre los sistemas naturales no debe superar la capacidad de carga de la naturaleza, al igual que el aprovechamiento de recursos renovables no debe superar su velocidad de regeneración. Por otro lado, el aprovechamiento de recursos no renovables debe ser compensado por la producción de recursos renovables que a lo largo deben sustituirlos y la emisión del medioambiente no debe superar la capacidad de absorción de los receptores.
Por otra parte, el Análisis de Ciclo de Vida estudia el impacto ambiental de un fabricado desde su producción hasta su desmantelamiento. Es importante conocer el consumo energético y la contaminación al medio, como por ejemplo: la extracción de las materias primas necesarias para su fabricación, el proceso de fabricación, el transporte, la puesta en obro y uso y su final. A su vez, la forma de medir el impacto de la humanidad sobre el planeta se denomina Huella Ecológica, la cual evalúa la cantidad de territorio necesario para generar los recursos biológicos consumidos y absorber los residuos que una determinada actividad necesita y produce.
Para el cuidado del medioambiente, conocemos las 3Rs: reducir, reutilizar y reciclar. La más importante es reducir ya que con ella no haría tanta falta el tener que reciclar o reutilizar.
Los edificios deben permitir realizar una correcta evapotranspiración, el intercambio con las radiaciones térmicas, con la luz natural. Estos afectan en los aspectos psicológicos de quienes los rodean, por lo que es importante considerar las proporciones de los locales, el clima cromático y la relación entre altura, ancho y largo de las estancias; por esta razón, la relación con la naturaleza influye positivamente sobre las funciones nerviosas superiores, determinando sensaciones de bienestar. Al contrario, existe un fenómeno llamado Síndrome de Edificio Enfermo en el cual un conjunto de síntomas pueden llegar a generar un estado de enfermedad crónico ya que la energía y salud del hombre dependen de los efectos directos del ambiente en el cual vive, como la temperatura del aire, la radiación, el movimiento del aire y la humedad relativa.
Una edificación debe contener diseños sostenibles, es decir, se toman en cuenta el aprovechamiento de los recursos naturales para minimizar el impacto ambiental de la construcción de la misma. En ella podemos encontrar:
- Bioarquitectura: minimiza los impactos negativos de las construcciones (sea en la salud de los ocupantes como del medioambiente), bajo consumo energético, espacios funcionales y materiales no nocivos y reciclables.
- Arquitectura sostenible: representa método de trabajo objetivos de sostenibilidad y arquitectura mediante estudios preliminares de condiciones climáticas.
También, el uso de materiales tradicionales garantizan condiciones de mayor salubridad y bienestar comparado con los sintéticos.
Lamentablemente, existe un término llamado biomorfismo en el cual tiene una apariencia de bioarquitectura cuando en muchos casos no la es. El uso de materiales naturales como recurso decorativo revelan una aproximación superficial a la sostenibilidad. También, el reducido gasto energético del uso de un edificio en un momento dado de su vida y al ahorro económico que eso supone sólo puede dar lugar a una sostenibilidad momentánea. El reciclaje se ha convertido en una palabra muy utilizada para cualquier arquitectura que aspire ser sostenible, pero en realidad es más importante la reparación, la rehabilitación, la reutilización, entre otros.